Sin número de veces se ha explicado la relación del hombre con su entorno natural, partiendo desde el concepto de ecosistema (conjunto de organismos vivos o biocenosis y el medio físico donde se relacionan, biotopo), factores bióticos (productores que se nutren exclusivamente de compuestos inorgánicos extraídos del aire, agua o suelo, transformando estos compuestos en materia orgánica con el uso de energía y consumidores que dependen directa o indirectamente del alimento proporcionado por los productores), por su parte los detritívoros o descomponedores responsables de completar el ciclo de vida y muerte en el ecosistema, son de vital importancia ya que su función permite la creación de nuevos nutrientes que pueden ser utilizados por los productores; finalmente se encuentran los factores abióticos (sin vida) entre los cuales se pueden mencionar clima, altitud, suelo, evaporación, humedad, nutrientes disueltos y sólidos, temperatura, radiación solar, sombra, entre otros; éstos dos, tanto factores bióticos como abióticos, están tan intrínsecamente relacionados que de presentarse alguna variación o cambio en un solo factor ambiental, puede llevar a un ecosistema determinado a perder su estabilidad.
Las interrelaciones existentes al interior de un ecosistema entre organismos de la misma especie y de otras diferentes, da paso a percepciones de cadena alimentaria, red trófica, ciclo de la materia y energía en la naturaleza (transferencia de energía través de las pirámides tróficas), con la finalidad de comprender que cada organismo por pequeño que sea dentro del ecosistema tiene una función y que en la medida que el hombre interviene en éstas, se rompe esta dinámica provocando impactos negativos, generando residuos y con ellos el aumento de la entropía y la imposibilidad del ecosistema para recuperarse.
Es claro que el papel de hombre ha sido trascendental y definitivo al interior de los ecosistemas al transcurrir de los años; los expertos en el tema hablan de un incremento del deterioro de los mismos a partir de la revolución industrial a finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Se han introducido tantos elementos nuevos al medio natural, que muchos de los ecosistemas existentes en el mundo han perdido su capacidad de resiliencia[1] y homeóstasis[2], frente a los efectos perturbadores producidos por ellos.
A pesar de ello y gracias a la selección natural las especies del planeta se han ido adaptando continuamente a los cambios por medio de variaciones en su composición biológica y distribución, de no ser así muchas especies en la actualidad ya hubiesen desaparecido. Hay otros elementos al interior de la naturaleza como la sucesión ecológica que le permite a los ecosistemas cambiar y renovarse al pasar el tiempo, aunque también se conoce la regresión que si bien es cierto entra en acción al interrumpirse el clímax del ecosistema, lo hace por causas naturales o por el contario cuando el origen es de carácter antrópico.
La conversión de la tierra para cultivos, domesticación de animales, procesos de industrialización, caza indiscriminada, tráfico de especies vegetales y animales, producción de energía, crecimiento poblacional, son otros factores que paulatinamente han trasformado y deteriorado el medio natural, llevando a la extinción de especies vegetales y animales; otras tantas se encuentran amenazadas, vulnerables o en peligro de extinguirse. En otras palabras la extinción está marcada por la imposibilidad de una especie para adaptarse a un nuevo medio físico provocado por la degradación de su hábitat y el aislamiento geográfico, en la mayoría de los casos por causas antrópicas.
Y si a lo anterior se le suma que no todas las especies a nivel mundial han sido estudiadas (de las estimaciones dadas se dice que existen entre 5 millones y 30 millones de especies y hasta ahora solo 2 millones han sido formalmente descritas, pero las restantes se desconocen), el panorama es aún más desalentador en la medida que muchas especies habrán desaparecido y el hombre ni siquiera tendrá conocimiento de su existencia.
Colombia es el segundo país a nivel mundial en biodiversidad, es decir que cuenta con una riqueza de: formas de vida, diversidad genética, poblaciones, especies, comunidades, ecosistemas y paisajes; es un país megadiverso que ha sufrido, igual que en muchas otras partes del mundo, de los embates del hombre y de la sobrexplotación de los recursos que la tierra le brinda causando su degradación, la transformación del hábitat, procesos erosivos producidos por la deforestación y escorrentía, introducción de especies exóticas e invasoras, uso excesivo de plaguicidas, fertilizantes, contaminación y cambio climático entre otros aspectos.
Contaminación producto de la generación de residuos |
En este contexto y al hablar de contaminación debe referirse a ese cambio indeseado, en algunas características del ambiente, que afecta negativamente a todos los seres vivos, producida por agentes biológicos, físicos y químicos, este último con más incidencias en la pérdida de la biodiversidad y en la salud del propio hombre.
Para el 2006 se habían introducido unos 30.000.000 de elementos químicos nuevos (sustancias xenobióticas) al ambiente, al día de hoy ese número debe ser mucho más representativo, dando paso a la contaminación del aire, suelo, aguas superficiales y subterráneas. Siendo las emisiones de gases contaminantes, los vertimientos industriales y los residuos sólidos los de mayor incidencia sobre los diferentes ecosistemas del país; sin mencionar los derrames de crudo producto de atentados por parte de grupos al margen de la ley y la erradicación de cultivos ilícitos en el sur del país por medio de aspersión de glifosato (prohibido en otras partes del mundo por sus efectos nocivos).
El ingreso de esas sustancias extrañas o ajenas al medio ambiente tiene repercusión directa sobre el ser humano, como se había mencionado anteriormente, trayendo consigo enfermedades como el cáncer y otras de tipo mutagénico que se hacen evidentes en las generaciones posteriores, en 1962 Rachel Carson en su libro Silent Spring (primavera silenciosa) puso en evidencia la preocupación por los efectos devastadores de plaguicidas como el DDT sobre el medio natural y la salud humana, de allí que años más tarde en EEUU se prohibiera su uso precisamente a causa de sus efectos toxicológicos.
Aunado a lo anterior se encuentran las enfermedades asociadas a la contaminación ambiental como el dengue, el cólera, la malaria, fiebre tifoidea, las alergias y las enfermedades respiratorias que se puedan derivar de respirar aire con alta carga contaminante (material particulado, smog y gases contaminantes); usando como vías de ingreso al cuerpo la oral, respiratoria y dérmica. Otro tipo de contaminación con efecto directo sobre el hombre es la ocasionada por factores físicos como el ruido, el calor y la radiación, cada cual con consecuencias específicas como lo son la pérdida de la audición y el cáncer.
Otro factor determinante en el deterioro del entorno natural y de la pérdida de biodiversidad ya mencionado, está relacionado con el cambio climático, un tema muy debatido, la Convención Marco para las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático lo define como “…un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables”[3].
Parque Nacional Natural de los Nevados. Amenazados ante el cambio climático |
James Lovelock en su libro la venganza de la tierra explica la teoría de la tierra y el futuro de la humanidad, en él describe a la tierra como un sistema único, autorregulado y con interacciones complejas, de igual forma explica el daño que los humanos le están ocasionando a ésta (Gaia), es él precisamente quien dice que “…Aunque dejáramos de inmediato de tomar tierras y agua de Gaia para producir comida y combustible y no contamináramos más el aire, la tierra tardaría más de mil años en recuperarse del daño que ya le hemos causado y puede que ni ese drástico paso bastara para salvarnos…”
De igual forma manifiesta que ya se ha provocado un cambio en la atmósfera de la tierra producto de la contaminación, tan grande como el que se produjo entre la glaciaciones y los periodos interglaciares; en la actualidad la cantidad de dióxido de carbono es de 380 ppm, de mantenerse ese nivel es de esperar un cambio en la temperatura del planeta, pero lo más probable es que la tendencia se mantenga y se continúe contaminando y se eleve a las 500 pmm o más con ello un profundo cambio climático.
El asunto radica en precisar de qué lado se está, del lado del problema o de la solución, la invitación es hacer parte de la solución a fin de minimizar los impactos negativos que se ocasionan a diario, está muy bien separar en la fuente, ahorrar agua, apagar equipos electrodomésticos cuando no se usan, pero que hay de la actitud frente a la problemática ambiental que vive el país? Existe una clara necesidad de cambiar los malos hábitos que de consumidor se tienen, así como la relación de éstos con los desechos que se generan y finalmente hay que promover conciencia ciudadana.
La vida es solo una y termina por extinguirse, pero vendrán otras generaciones, no hay porque privarles el derecho y el privilegio de disfrutar de las amenidades que el planeta tierra brinda: diversidad de paisajes, ecosistemas, gentes y culturas.
[1] Resiliencia: indica la capacidad que tiene una comunidad o un ecosistema de absorber perturbaciones (daños, resiudos), sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad.
[2] Homeostasis: es la posibilidad de mantener condiciones internas de un organismo o un sistema constantes a pesar de las fluctuaciones del medio externo
[3] Artículo 1 parágrafo 2, Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Referencia Bibliográfica
CURTIS, Helena y otros. 2001. Biología. 6° Edición en español. Buenos Aires - Argentina. Editorial Panamericana. pp.1405, 1413, 1420 al 1422, 1433, 1439 al 1443.
CARDONA, María y otros. 1998. Diccionario enciclopédico Larousse. 3° Edición. Bogotá – Colombia. Ediciones
Larouse. pp. 28, 158, 341, 507, 534, 761.
CONSEJO LATINOAMERICANO DE IGLESIAS, CLAI, PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL MEDIO AMBIENTE, PNUMA. Programa “Ciudadanía Ambiental” Salud Ambiental. Pp 20 -22
LOVELOCK.JAMES. La venganza de la tierra, teoría de Gaia y el futuro de la humanidad. Editorial planeta
MACKENZIE, L Davis. Ingeniería y ciencias Ambientales. Editorial Mcgraw – Hill. Interamericana.
MARRERO, Levis. 1968. La Tierra y sus Recursos. 13° Edición. Caracas – Venezuela. Editorial Cultural Venezolana. pp. 277 al 281.
MENDEZ MENDOZA, José. ECOLOGIA. Ediciones USTA
PODUM, Eugene. 1972. Ecología. 3° Edición. México – México. Editorial Interamericana. pp. 475 al 477UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER ,Ruiz Balu, Amador Enrique. Ecología Ambiental . 2006
Buen
ResponderEliminarcomentario muy interesante sobre el hombre y su entorno, he querido citarlo en un trabajo de investigación que estoy haciendo relacionado a este tema, pero no tengo los datos de la ingeniera sólo dice Jackelyne.
ResponderEliminarSaludos